
Trabajar para que seamos 10.000 seres human@s l@s que podemos:
- amarnos, aceptarnos y respetarnos más y mejor, y de ese modo: amar, aceptar y respetar más y mejor a otras personas.
- ser soberan@s de nosotr@s mism@s y auto-gobernarnos en interrelación con nuestro entorno.
- perdonar a quienes nos han lastimado y ser reparad@s (empezando por nosotros mism@s).
- disculparnos con quienes hemos lastimado y repararles (empezando por nosotros mism@s).
- aceptarnos como seres sentipensantes con cuerpos deseables y deseantes, merecedores de placer y dadores de placer.
- honrar nuestra naturaleza sexual y la de otr@s para poder expresarla, recibirla, gestionarla o satisfacerla de manera respetuosa y consensuada.
- escuchar activamente y comunicar nuestros deseos, motivaciones y necesidades asertivamente primero a nosotro@s mism@s y luego a otras personas para establecer acuerdos que beneficien a las partes involucradas.
- que podamos responder “sí, si quiero” o “no, no quiero”, y ser respetad@s en nuestra soberanía. Y de igual manera, respetar la soberanía de otr@s al contestar “sí, si quiero” o “no, no quiero” a una petición.
- contemplarnos como seres interdependientes que requerimos de los demás para poder ser.
- reconocer el género, el sexo, el estrato, la orientación sexual, el lugar de nacimiento, la cultura del otro como elementos valiosos, pero sobre todo reconocer al otro u otra como un ser humano con necesidades humanas al igual que nosotr@s.
- abrazar las pruriversalidades y universalidades de nuestra especie.
- ver nuestros cuerpos desnudos (íntimos o públicos) como sinónimo de orgullo, admiración, respeto y valor.
- tener una posición política incluyente que seamos capaces de argumentar y contra-argumentar sin que está signifique “yo estoy bien, tu estás mal” u obligar al otro a que tienen que volverse otro yo.
- respetar el tiempo y los procesos particulares de otras personas (entendiendo que el otro u otra es soberan@ de si mism@ y merecedor(a) de respeto), pero sin dejar de hacer frente de manera firme a las situaciones o a quienes abiertamente son intolerantes, crónico-subordinadores y violentos hacia los derechos, necesidades o integridad propia o de otros seres humanos. Sabiendo que quienes actúan así son personas que se sienten muy inseguras y requieren exceso de reconocimiento, poder y control que súper-exigen a los demás. Entendiendo que quienes reaccionan de esa manera necesitan amor y cariño en su vida; amor y cariño del cual carecen ampliamente y no lo saben conscientemente.
- incrementar nuestro cariño físico con conocid@s y desconocid@s, y así, continuar disminuyendo las carencias somatosensorias que reproducen las violencias intra e interpersonales que nos aquejan actualmente. Para de este modo, aumentar la satisfacción y el placer de nuestras necesidades corporales, emocionales, mentales y libidinales; construyendo así, interconexión y seguridad en nuestras vidas y la de otros. Y de esta manera, hacer de nuestros contextos lugares valiosos y confiables donde podamos estar satisfechos, ser, vivir, convivir e interrelacionarnos.